Por piedad, déjenme morir

Escribe: Byron Mural
El drama de la eutanasia y las creencias religiosas.
El siguiente artículo, es simplemente la forma de pensar del autor, puede usted estar o no de acuerdo con él, las opiniones del autor no intentan obligar a las personas a pensar como él, sus comentarios son respetables, pero tampoco representan la verdad absoluta. Se recomienda discreción.
Tras una vida larga y feliz, muchas personas han llegado a las salas de urgencias y se han quedado atados a un respirador artificial, caminando en esa línea delgada entre la vida y la muerte, una pesadilla para los familiares, más cuando el enfermo ha sido claro en decir que si algo así pasara, por favor lo dejen morir pues no quiere sufrir más. Pero muchas personas, lamentablemente se estrellan con otra realidad, las creencias religiosas o las leyes de su país, que no permiten la muerte asistida, no importa que tanto sufrimiento esté pasando ese ser amado.
¿Te imaginas postrado en una cama, sufriendo dolores indescifrables, sin poder hablar, sin poder moverte, pero con tu conciencia intacta? ¿Te imaginas desear morir, pero por creencias religiosas o por protocolos legales no te dan ese derecho?
Mientras sientes que estallas por dentro, dolores insoportables recorren tu cuerpo, condenándote día tras día a sufrir lo que ni el peor delincuente merece y ellos allá afuera discuten si te otorgan un poco de paz, paz que solo da la muerte, solo porque su religión o el gobierno se los prohíbe?
Es fácil, opinar cómodamente desde un púlpito, desde un celular o desde un sillón, cuando no eres tú el que está sufriendo un infierno por dentro, cuando con solo presionar un botón podrías descansar de los terribles dolores que sufres y todo por no poder hablar o poder tomar una decisión, el ser humano, debería tener derecho a decidir hasta donde puede soportar el dolor y cuando es hora de marcharse, ese es uno de los derechos más fundamentales que la religión nos ha robado.

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